jueves, 26 de febrero de 2015

Kathy´s Waffle House: Mita, quiero más !!

Comer en  Kathy´s Waffle House, en Granada, frente al convento San Francisco, es toda una experiencia. Desde el hecho de salir de Managua y hacer un reset mental a la rutina, pasando por la frustración que siento al esperar casi 15 minutos a que una mesa se desocupe y la rapidez con que esta desaparece apenas me siento, gracias a los aromas que me rodean y me traen recuerdos de infancia.
En esta ocasión no fue la glamorosa terraza con sus verdes macetas y adornos de petate, el escenario de mi desayuno, pues estaba abarrotada de gente sonriente , fue un rincón en donde una puerta convertida en mesa y con patas de máquina de coser ubicada en el modesto corazón de Kathy´s, muy cercana a la cocina, me sirvió de observatorio para descubrir el verdadero movimiento que aquí  acontece todas las mañanas y ver también el esfuerzo que hace su personal para que el servicio sea tan familiar, eficiente y ameno.
El menú tiene al menos 50 opciones para desayunar, entre panqueques, waffles, ensaladas y otras  más tradicionales como gallopinto y huevos revueltos. Elegí ser audaz y pedí unas Tostadas francesas, un Omelette western y un Panqueque con tocino. Las tostadas francesas estaban espléndidas, un aromatico y fuerte golpe a canela te envolvía de inmediato, pero al mismo tiempo tocaba de forma sutil al paladar con una textura bastante cremosa y ligeramente dulce. Eran perfectas para acompañarlas con el delicioso café, de cuerpo intenso y penetrante, que vino por cortesía de la casa.|
El omelette western, que viene acompañado de unas deliciosas papas con especias, tenía un sabor que evocaba recuerdos de infancias, quizás por la exquisita salsa ranchera que contenía, muy parecida a la de mi madre,  o por la sensación a queso derretido que invadia al paladar, o simplemente por la  sencillez en que estaban presentados, como lo servirían en tu casa. Por lo que fuere,  el omelette fue un disparo directo al corazón (¿O al estómago?)
En cambio el panqueque con tocino fue una combinación inesperada y no logró ese efecto de contraste que supongo, era el objetivo del platillo. Por si solo era una masa a ratos salobre, y acompañado con miel, mantequilla o queso una combinación extraña y sin sentido. Hay cosas que definitivamente no deben mezclarse.
Kathy´s Waffle house es perfecto para compartir con la familia, pues el ambiente que aquí pulula, tanto por parte del personal como de los comensales, contribuye para imaginar que estás de visita en la vieja casona de tus abuelos, con los tíos que no ves hace un tiempo y con los primos con los que una vez jugaste al trompo, chibolas, calandro, y a elevar barriletes.
Balance Financiero: Unas tostadas francesas, un omelette, unos panqueques con tocino y un batido de frutas  C$ 550.00

domingo, 22 de febrero de 2015

The Last Stop: The first Stop

Maravilloso es, sentarse a comer, esperando lo mismo de siempre, y descubrir con mucho agrado, que el lugar tiene otros planes para con vos. Hablo de The Last Stop, de los semáforos del Hilton 1C. Arriba, contiguo al supermercado La Unión. Un pequeño carrito de comida callejera sin grandes pretensiones, pero cargado con mucho sabor, variedad y buena vibra. Aquí, aunque tengan las ganas, hay que olvidarse de las tradicionales hamburguesas, quesadillas y burritos callejeros. En The Last Stop sacudieron por completo las tradiciones. Te imaginas comiendo un Chicken Boneless, un Chivito, una Torta cubana, unas Chalupas, una Mula terca y sobre todo … unas Cotillitas de cerdo?? Seguramente sí, pero no en un carrito callejero.


Me pedí un Chicken Boneless en salsa barbacoa, y un Chivito. Mientras esperaba, la música de Joaquín Sabina se sumó a esa rapsodia de conversaciones, que, matizadas con risas, cantos, carros que vienen y van, y muchas caras felices, termino de convencerme que tomé una excelente decisión.
El Chicken Boneless son pechuguitas de pollos con una cobertura crujiente por fuera, pero super tiernas y jugosas por dentro, y bañadas en salsa barbacoa. Un bocadillo divino y apropiado para los noctámbulos que merodean por la zona en busca de un poco de energía.
El chivito, es definitivamente una verdadera joya, sandwich de filete de res, con tocino, queso cheddar, lechuga fresquísima, tomate, cebolla y un espectacular huevo frito que contrasta con todo lo tradicionalmente servido en este tipo de negocios. Definitivamente la combinación es espectacular y casi pecaminosa, pues la maravillosa sensación en el paladar de la yema de huevo rompiéndose en tu boca e integrándose con todos los otros ingredientes, seguramente está prohibida en algunas religiones.
En The Last Stop encontrás variedad y calidad. Platillos diferentes preparados con mucho entusiasmo por el “skynny Chef” y su hermano el “Master of the Grill”, entusiasmo que contagia al comensal, alegra el espíritu y al corazón.

Balance Financiero: Un Boneless, un chivito y una coca cola C$200. Satisfacción garantizada en cada bocanada.

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