jueves, 19 de marzo de 2015

Don Parrillón: 4 años después

Las aventuras del comensal urbano empezaron precisamente hace 4 años en Don Parrillón. Fue aquí donde se dibujaron mis primeras líneas gastronómicas que poco a poco evolucionaron hasta convertirse en el comensal de hoy en día.
Sin importar el tiempo, aún tengo frescos los recuerdos de esa mi primera visita; los cuadros en la pared y el mobiliario se mantienen intactos, como si hubiesen sido sacados de la fotografía de mi cabeza. El menú aparentemente sigue siendo el mismo, con significativas variaciones en los precios.  El servicio es tal como lo recuerdo, de primera, pues no puedo negar que siempre he sido bien atendido, con un genuino interés de que mi estadía allí sea placentera.
Ordenamos como entrada unos chorizos mixtos, y como platos fuertes ¼ Costilla de cerdo BBQ y una pierna de cerdo en sus jugos. Los chorizos estaban bastante bien, en términos de sabor, es una porción bastante generosa acompañada de totopos y una ensalada de repollo que bien podría ser prescindible, no están mal, pero tampoco son memorables.
Las costillas de cerdo en salsa BBQ son una verdadera exquisitez, venían acompañadas de media papa asada, y la tristemente célebre ensalada de repollo. La carne casi se desprendía por si sola del hueso, de una ternura sin precedentes, jugosa, delicada, era un completo festín en el paladar, y la salsa BBQ estaba en la cantidad precisa para no opacar este maravilloso bocado que traslada de inmediato toda su ternura al corazón.

La pierna de cerdo en sus jugos venía también acompañada de media papa asada y la misma ensalada de repollo. Debo confesar que esperaba un pedazo de carne entero y no las piezas desmenuzadas que me presentaron. El primer bocado fue prometedor, intenso, ácido, se sentían con firmeza todos los condimentos, pero al continuar comiendo los sabores de la carne se opacaron para dar más protagonismo a todo lo demás, relegándola por completo a un segundo plano, al punto de convertir el platillo en algo tedioso al paladar y hasta cierto punto desagradable, sobre todo por la acidez del mismo que se tornó insoportable.

Mi vista a Don Parrillón, fue en muchas maneras un desazón. Me encontré con una cocina carente de audacia y aburrida, la presentación de los platillos era descuidada y poco creativa, y el sabor de los mismos (fuera de la costilla de cerdo) eran poco o nada memorables. Creo que su mayor fortaleza son el buen servicio y las cantidades monumentales de comida, que sirven de alguna manera para justificar sus precios.
Fui con la esperanza de suplantar los recuerdos de esa primera visita, con el deseo genuino de sentarme a disfrutar y dejarme llevar por ese primitivo instinto de carnívoro, sin embargo,  la calidad  aleja a  este restaurante del top de mi lista de recomendaciones, pues como he dicho muchas veces antes, más no es necesariamente mejor.

Balance Financiero: Chorizos mixtos, 1/4 Costillas BBQ, Pierna de cerdo en sus jugos y dos cervezas nacionales C$ 1409.17

Lee la primera reseña de Don Parrillón  Aquí

viernes, 13 de marzo de 2015

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