lunes, 19 de diciembre de 2011

III Concurso Nacional de Comidas Navideñas: Nicaragua Unica, Original.

Muy pronto el comensal urbano se mudará de este espacio donde ha hecho tan buenos amigos, como buenos adversarios, a su propio domino en la web. Allí tendremos, además de las acostumbradas críticas a restaurantes, algunos comentarios sobre cafeterías y bares, así como secciones diferentes, en las que me permitiré escribir sobre gastronomía sin mencionar un lugar específico, tal como es este caso.
Estuve este domingo en la tercera competencia nacional de comidas navideñas organizada por el Intur, en la que 17 delegaciones de los 15 departamentos y de las 2 regiones autónomas se dieron cita para competir no solo por el premio en efectivo, sino también por la satisfacción de ser el mejor cocinero de comida tradicional navideña del país.
El  jurado estaba compuesto por los chefs anfitriones de los programas de cocinas de cada uno de los canales de televisión, personas con la que nos sentimos identificados, pues los seguimos en sus programas y de una u otra manera los conocemos. Supongo que esta decisión del Intur era, además de contar con profesionales capacitados, para infundir en los competidores una sensación de confianza y familiaridad, pues las caras de nerviosismo de los cocineros se desvanecieron apenas los chefs se acercaron de forma jovial a conversar con ellos sobre lo que tenían en mente para preparar.
Las delegaciones arreglaron sus puestos de trabajos de formas muy originales, algunos hasta se vistieron acorde a la época, otros optaron por la sencillez y la funcionalidad de los espacios. Debo mencionar que ninguno de los participantes era profesional de la cocina, eran personas comunes y corrientes con un talento particular y con mucho amor para dar, amor que se reflejaba en la pasión y el esmero con el que se entregaron a la elaboración de los platillos. Como los representantes de Managua quienes magistralmente cocieron con aguja e hilo su delicioso lomo relleno, o la señora de Madriz quien con una jeringa literalmente inyectaba sabor a su chompipe.
El ambiente fue maravillosamente festivo, muy ordenado. Los presentes nos deleitamos con elaboradas presentaciones culturales, que incluían, una pastorela adaptada al escenario Nicaragüense, bailes folclóricos, animaciones relacionadas a la cultura del país y a su geografía. Una verdadera fiesta gastronómica-cultural que tenía el objetivo de remarcarnos lo bella y diversa que es nuestra patria.
Después de casi 4 horas de música, bailes, aromas, colores y risas, y después de que los jueces se pasearan por los puestos de trabajo probando los 17 platillos concursantes, los cocineros empezaron a repartirlos entre los asistentes al evento. Por poco me voy sin probar alguno, pues le ganaba la pena al deseo de probar lo rica que es nuestra cocina. Pero dado que no podía escribir este artículo sin probar la comida y que me debo a mis lectores, me inmiscuí entre la gente y probé los platillos de las delegaciones de Granada, Madriz, Boaco, y Raas. No podría decirles cual era más rico, pues además de variados, cada uno tenía ese toque particular que los hacía únicos.
Los premios fueron, en tercer lugar Nueva Segovia con Gallina rellena, segundo lugar las bellas chontaleñas con un lomo relleno y en primer lugar Estelí con Gallina capeada. Aunque los verdaderos ganadores fuimos los asistentes, que salimos de allí con la barriga llena, el corazón contento y  orgullosos de ser Nicaragüenses.
Balance financiero: cero córdobas con cero centavos.




lunes, 12 de diciembre de 2011

Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Síguenos!!!