Hace 12 años recibí mi primer salario formal con las respectivas deducciones de INSS y de IR que me convirtieron automáticamente en todo un hombre. Disfrutando de la independencia que me daba el ganar mi propio dinero usé ese primer salario, que no era mucho, para llevar a mi novia de la época a un restaurante sólo conocido por referencias de mi padre, el Rincón Español, ubicado de la Iglesia el Carmen 2c al lago 1c abajo.
Doce años después regresé con deseos de actualizar los buenos recuerdos que me dejó la última visita. La fachada exterior ha envejecido en esta década quizás un poco más que yo, pero el interior aún conserva la gloria de antaño.
La atención es justo como la recuerdo, de primera, con meseros conversadores, siempre prestos a hacer recomendaciones y sugerencias.
Empecé actualizando el recuerdo de la sangría, debo admitir que no he probado una mejor en toda Managua, dulce, refrescante, sencillamente deliciosa, justo como la recordaba.
Como entrada, ordené Champiñones al ajillo, que pudo ser una entrada muy rica y apropiada, tristemente los champiñones no eran de muy buena calidad y el ajo en trocitos en el que fueron salteados se quemó provocando que todo el platillo adquiriese ese desagradable sabor amargo, característico de las cosas que se queman.
Como plato fuerte ordené una Paella Valenciana. Una generosa porción que puede perfectamente ser compartida entre dos personas, sin embargo no me resultó memorable, pues a pesar de que tenía una textura consistente, que tenía una buena variedad de mariscos, y abundante pollo, ninguno de estos sabores logró ser absorbido por el arroz, que sólo se conformó con poseer buena textura y buen color.
Después de esos dos reveces me dediqué a disfrutar de mi sangría, que estaba deliciosa. Me puse a pensar en que sería de la novia de entonces y ausenté mi mente de la comida, pues quiero que mi recuerdo del Rincón español se mantenga como el de hace 12 años, y no renovarlos con los actuales, pues de ser así, este restaurante saldría perdiendo.
Balance Financiero: ½ Jarra de Sangría, una entrada, una paella C$ 723.
Totalmente de acuerdo, el rincón Español me pareció una estafa, me atrevo a decir que un plato de nuestra costa caribe puede perfectamente superar a la paella que ellos sirven. saludos
ResponderEliminarSolo malos restaurantes visitas, busca uno bueno. Todo te sabe quemado, hay que ver que marca de cigarro fumas.
ResponderEliminarUn lugar nostálgico pero creo que abandonado por su administración inicial, la última vez que probé una paella aquí estuvo muy salada.
ResponderEliminarslds
Pues a mi gusto el restaurante conserva cierto toque de antaño, en cuanto a decoración, atención y algunos platillos se refiere. Pero sí tenés razón comensal, la paella ha decaído en calidad; comparado con la paella que prepara la taska de kiko, nada que ver.
ResponderEliminarPero me alegra que este restaurante sobreviva aún, y más en esa zona, pues no debe ser fácil contar con una clientela predominantemente de clase media y uno que otro político que por ahi he visto, aunque también llegan algunos diplomáticos.
Creo que lo que te pasó con el rincón español es que antes no eras tan conocedor por eso disfrutabas más la comida.
ResponderEliminarAnónimo sos bueno a criticar al autor y no a la obra del mismo, pero no vemos que te aventures y nos deleites con una mejor reseña
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Anónimo dijo...
Creo que lo que te pasó con el rincón español es que antes no eras tan conocedor por eso disfrutabas más la comida.
13 de noviembre de 2011 18:06