Siguiendo recomendaciones de “Los matadores”, un grupo de mis lectores, decidí ir cenar a Pizzería e Trattoria Da Rachelle, del km 14 de la carretera a Masaya, 200 mts hacia Ticuantepe.
Debo confesar que el lugar no era como pensaba, lo imaginé más sofisticado, con elementos decorativos acordes a la cocina mediterránea, música de ambiente, velas, flores y similares. Por el contrario, me topé con el porche de una casa, fotos familiares en las paredes, sillas plásticas y manteles de cuadritos. También me encontré con mucho calor humano, con gente riendo y disfrutando su comida, con la gentileza de las meseras que te trataban no como a un cliente si no como a un amigo de antaño.
El lugar estaba abarrotado, así que apenas nos sentamos ordenamos Espagueti Amatricciana y Espagueti Saporiti. En ambos platillos la pasta estaba al “dente” y para nada aceitosa, lo que le permitió a ambas salsas adherirse a la misma en vez de escurrirse entre ella. La Amatriciana, una clásica italiana, logró con solo tres ingredientes cautivarme por completo, la acidez del tomate se conjugaba perfectamente bien con el sabor dulcete del bacon logrando un equilibrio que solo la cebolla caramelizada pudo enganchar a la perfección. La saporiti, un poco más audaz, mezcló magistralmente sabores ácidos, salados y neutros, a través de la combinación de aceitunas verdes y negras, con alcaparras, anchoas, ajo, aceite de oliva y el maravilloso tomate; fue muy placentero encontrarme con grandes trozos de ajo, en vez de los tradicionales trocitos, también lo fue darme cuenta que las anchoas no eran un ingrediente predominante, sino un elemento catalizador que vino a añadir trocitos de alegría a ese festín de sabores perfectamente equilibrados y complementados unos con otros.
Definitivamente Pizzeria e Trattoria Da Rachelle, es uno de esos lugares donde la magia pasa en la cocina, se traslada al salón, de allí a los corazones y a las casas de sus comensales. Como dijo mi avatar en ratatouille, a Pizzeria Da Rachelle “regresaré con hambre de más”.
Balance financiero: Dos copas de vino, un espagueti Amatricciana y un espagueti Saporiti C$ 530.