Hoy en día los restaurantes de moda son de comida española, italiana, china, mexicana, argentina, en fin, un mapamundi de opciones culinarias, que se esmeran en servicio, presentación y calidad. Pero hubo una época donde los restaurantes campestres, aquellos de la cocina típica Nicaragüense en donde el asado venía con naranja agria y no con salsa BBQ, eran el último grito de la moda.
Restaurante El Oasis, del km 11 ½ carretera a Masaya 300 mts al sur, aun conserva la esencia de la época dorada de los restaurantes campestres. La decoración es la que se espera, muchas plantas, techo de palma, cielo raso de bambú, diferentes ambientes, muchas mesas, música romántica, varios anexos productos del crecimiento para dar espacio a más comensales que imagino abarrotan el lugar los fines de semana familiares.
Ordenamos Costillas de Cerdo Fritas, que viene acompañadas de arroz, tostones y una sencilla, fresca y deliciosa ensalada. Las costillas estaban muy ricas, bien preparadas, con un ligero sabor achiote que me hizo recordar la cocina de mi mamá, de pronto, pequeñas cámaras de grasa, el gordito que llamamos tradicionalmente, dejaban escapar sabores atesorados en los recuerdos de mi infancia, sabores que suelen encontrarse en los pueblos, en donde las abuelas enseñaron a nuestras mamás a como cocinar. Pero en honor a la verdad, las costillas de cerdo fueron ampliamente opacadas por el Lomo de Costilla, una generosa porción de carne de res que armonizaba con más gracia y elegancia con las mismas guarniciones que el cerdo. El lomo de costilla aun olía a fogón, a parrilla, destilaba los últimos restos de sus jugos, que se confundían con el sabor a naranja agria con que fue preparado, el punto perfecto de sal, buen término y suavidad me tomó completamente por sorpresa. El esfuerzo para cortar cada bocado fue reducido a simplemente deslizar con suavidad el cuchillo sobre la carne, teniendo siempre la precaución de no rayar el plato.
En Campestre El Oasis encontré sabor a Domingo familiar, a bautizo de pueblo, me topé con el autentico asado nicaragüense, con la comida criolla y el chile encurtido que nunca falta en nuestras mesas.
Balance Financiero: 2 refrescos, 2 platos fuertes, y un empaque C$ 534, mucho mejor que pagar eso mismo por algunas malas imitaciones de comida extranjera.
Nota: Las críticas que el Comensal Urbano escribe se basan en la calidad de la comida, decoración del lugar y servicio, en estos aspectos el resturante antes mencionado esta muy bien valorado. Sin embargo a titulo personal, el escritor no regresará a campestre el Oasis, pues en su menú ofrecen campantemente carne y huevos de tortuga. Lamentablemente no lo vi antes de ordenar, pues en caso contrario me hubiese levantado e ido. Apoyen la campaña “Yo no como huevo de tortuga”.
Restaurante El Oasis, del km 11 ½ carretera a Masaya 300 mts al sur, aun conserva la esencia de la época dorada de los restaurantes campestres. La decoración es la que se espera, muchas plantas, techo de palma, cielo raso de bambú, diferentes ambientes, muchas mesas, música romántica, varios anexos productos del crecimiento para dar espacio a más comensales que imagino abarrotan el lugar los fines de semana familiares.
Ordenamos Costillas de Cerdo Fritas, que viene acompañadas de arroz, tostones y una sencilla, fresca y deliciosa ensalada. Las costillas estaban muy ricas, bien preparadas, con un ligero sabor achiote que me hizo recordar la cocina de mi mamá, de pronto, pequeñas cámaras de grasa, el gordito que llamamos tradicionalmente, dejaban escapar sabores atesorados en los recuerdos de mi infancia, sabores que suelen encontrarse en los pueblos, en donde las abuelas enseñaron a nuestras mamás a como cocinar. Pero en honor a la verdad, las costillas de cerdo fueron ampliamente opacadas por el Lomo de Costilla, una generosa porción de carne de res que armonizaba con más gracia y elegancia con las mismas guarniciones que el cerdo. El lomo de costilla aun olía a fogón, a parrilla, destilaba los últimos restos de sus jugos, que se confundían con el sabor a naranja agria con que fue preparado, el punto perfecto de sal, buen término y suavidad me tomó completamente por sorpresa. El esfuerzo para cortar cada bocado fue reducido a simplemente deslizar con suavidad el cuchillo sobre la carne, teniendo siempre la precaución de no rayar el plato.
En Campestre El Oasis encontré sabor a Domingo familiar, a bautizo de pueblo, me topé con el autentico asado nicaragüense, con la comida criolla y el chile encurtido que nunca falta en nuestras mesas.
Balance Financiero: 2 refrescos, 2 platos fuertes, y un empaque C$ 534, mucho mejor que pagar eso mismo por algunas malas imitaciones de comida extranjera.
Nota: Las críticas que el Comensal Urbano escribe se basan en la calidad de la comida, decoración del lugar y servicio, en estos aspectos el resturante antes mencionado esta muy bien valorado. Sin embargo a titulo personal, el escritor no regresará a campestre el Oasis, pues en su menú ofrecen campantemente carne y huevos de tortuga. Lamentablemente no lo vi antes de ordenar, pues en caso contrario me hubiese levantado e ido. Apoyen la campaña “Yo no como huevo de tortuga”.
Muy bueno saber que el sabor nica no es opacado por las esencias enlatadas (salsas, aderezos, fórmulas mágicas que hace sentir bien la comida aun mal cocinada, etc.), y que mal que los restaurantes sigan promoviendo el consumo de especies en peligro de extinción, démosle donde más les duele, el billete, dejémosle saber que nosotros no nos gusta y no toleramos lo que por el momento no está permitido.
ResponderEliminarme gusta tu publicacion Sr. comensal solamente una pequeña aclaracion, la direccion no es al sur osea sobre la carretera es al oeste pues es como decimos en buen Nica, de la carretera a mano derecha para adentro jejeje, de ahi coincido con usted con apòyar a la campaña por tal razon, yo que soy de por ahi cerca visite por una vez y no regrese aunque pesa por el sabor delicioso pero la naturaleza y su balance es primero!!
ResponderEliminarM..
Gracias M, soy muy malo con esto de las direcciones, es que soy de Boaco.
ResponderEliminarAmigos, a la nica yendo a Masaya del km 11.3, 300 mts a mano derecha.
Riquisimo el Lomo de Costilla, una de las especialidades de la casa, pero comparto con vos el menu de varias especies exoticas, que no se por que aun insisten tanto los Restaurantes en ofertarlos como los clientes en ordenarlos...pero aun asi se disfruta de una autentica comida criolla!!!
ResponderEliminarEstimado Comenzal Urbano, hemos tenido el agrado de probar el restaurante que lleva por nombre Pizzeria Trattoria DaRaquelle, el cual está ubicado en el km. 14 carretera a Masaya, 200mts. a Ticuantepe; dicha visita fue un deleite para nuestro paladar la focaccia, el carpaccio, la pizza mediterranea, los calamares a la plancha y un delicioso vino de la casa, esperamos puedas incluir este pequeño local para tu próxima crítica.
ResponderEliminarLos Matadores.
Gracias Matadores, yo viajo mucho por la zona así que iré a almorzar un día de estos.
ResponderEliminarEl mejor lomo de costilla de la capital, a huevo.
ResponderEliminarPero creo que tu protesta es un poco vacía y como sin causa puesto que la verdadera lucha se hace verbal o se interpone una queja ante la administración del restaurante. Eso de que "no vuelvo" porque venden huevo de tortuga me suena infantil y sin eco. Es mejor decir "vuelvo, me lanzo mi lomo de costilla y le hago la campaña de NO A LA VENTA DE HUEVOS DE TORTUGAS EN OASIS"
La verdad digo lo anterior porque dejémonos de babosadas, aqui hay gente que tira la piedra y esconde la mano. Yo soy de los que esporádicamente cada 3 meses me lanzo mis 4 huevos allí por el huembes en una coctelería.
Muchas gracias Cantinero por tu comentario, tenés razón, debí quejarme con la administración del restaurante, lo haré la próxima vez que visite alguno donde vendan huevos de tortuga. Me alegra que estemos de acuerdo con el lomo de costilla.
ResponderEliminarMuy buena descripción para un sencillo pero grandioso Lomo de Costilla "El Oasis". Sinceramente creo que tu critica hizo que los dueños del oasis comprasen el doble de este corte para los meses subsiguientes, me pareció increíble el hecho de haberme encontrado con tantos rostros familiares y sobre todo jóvenes que a mi pensar jamas visitarían un sitio como este por cuenta propia. Sin objeciones muy buena Comida y un buen servicio aunque seria bueno recomendarles cambiar la vajilla completa y contratar un administrador con mejor gusto. La decoración ecléctica no va con el sentir de lo campestre.
ResponderEliminar