El menú es súper amplio, y la gran sorpresa, es que también
venden carnes, pescados, pollos, pastas, y muchas otras opciones para degustar,
no solo vegetarianas.
El local, de la primera entrada a las colinas 1 C arriba, es muy
elegante y confortable, me gusta que podes moverte entre la pastelería en la
entrada, la cafetería en un rincón, una tienda de bellísimas plantas al fondo y
la tienda orgánica a la izquierda, todo un recorrido interesante, único y
diferente, que invita a descansar un par de horas mientras se lee un buen libro
en las sillas de hoja de plátano trenzado de la terraza y disfrutas de Nina
Simone como selección musical.
Ordenamos unos deliciosos batidos de sandía con hierba buena y
otro de apio con piña y naranja, usaron únicamente las frutas como endulzante
natural, deliciosos, refrescantes y hasta vigorizantes.
Como entrada ordenamos un carpaccio
de res y un gazpacho de tomate, la
presentación es sencilla, pero el sabor es espectacular. El carpaccio, que
puede resultar un poco ácido para aquellos de paladar sensible, venía
ligeramente condimentado con pimienta, la infaltable alcaparra y una novedosa
arugula verde, de sabor mitad amargo, mitad picante, que se dejaba llevar en
buenos términos con la carne, rosada y fresca, una combinación de sabores
exquisita sin duda alguna.
El gazpacho me encanta por su cualidad refrescante, este fue
presentado en grumos y no licuado, con bastante jugo del tomate fresco, pepino,
apio, ajo, aceite de oliva y un ligero toque de vinagre balsámico o vino, una
mezcla sencilla y deliciosa.
Como platos fuertes ordenamos una Lasaña de pollo y Filete
estilo Ola Verde, la lasaña no me gustó pues venía sobre cargada de
un apabullante queso madurado que opacaba por completo a los demás sabores. El
filete en cambio fue toda una revelación, presentado con un sencillo puré de
quequisque, vegetales al vapor y una deliciosa salsa dulcete, hecha por una
reducción de vino tinto y romero, cuyo principal objetivo fue el de potenciar
el sabor de la carne. Si buscan un sabor más intenso, quizás esta no sea la
opción más adecuada.
El cierre fue delicioso sin duda alguna, pues un chesse cake de
maracuyá, esponjoso y con el equilibrio perfecto de dulzura, que nunca llega a
empalagar, cerró silenciosamente un muy buen almuerzo, con la mejor compañía,
en un buen lugar.
Balance Financiero: Dos entradas, dos platos fuerte, dos bebidas y
un postre C$ 840, aprox US$ 35