El algún momento de nuestras vidas hemos recomendado un restaurante muy efusivamente, hablamos de lo buena que es la comida, de lo bien que está el servicio, y de lo agradable del lugar. Pero justo el día en que llevamos a alguien para que corrobore nuestros comentarios, el restaurante cambió cocinero, están remodelando y el servicio no llenó las expectativas.
Algo similar me ocurrió con Restaurante La Finca, frente al costado noreste de la rotonda del periodista. Mis visitas anteriores a este lugar se han caracterizado por el buen servicio y la calidad de los platillos, si a esto le sumamos que el local es muy fresco, está muy bien decorado, y que encaja perfectamente con el concepto del restaurante, además de la asequibilidad de sus precios, diríamos que restaurante la finca lo tiene todo para complacer a los más exigentes. Pero esta vez no fue así, acostumbrados a la calidad de siempre pedimos la Parrillada Cid Mix, un platillo diseñado para compartir pues consta de una generosa porción de gallo pinto, maduro, papa asada, carne de res, costillas de cerdo a la barbacoa, pollo y dos chorizos, un platillo cuya descripción llena los requerimientos para un buen almuerzo.
A pesar de que el gallo pinto estaba muy rico, la papa asada era sublime y el maduro estaba bien, las carnes reprobaron. Las costillas de cerdo estaban recocidas, al parecer recalentadas, escazas de carne y duras, la carne de res por el contrario estaba un poco cruda, insípida y pellejosa, el pollo estaba bien, pero no lo suficiente para hacerse memorable. Da la impresión de que al recalentar el cerdo, le dieron poco tiempo a la carne de res, por ende lo que esperaba fuese un suculento almuerzo se convirtió en una triste decepción.
El servicio como siempre fue de primera, la atención al cliente ha sido uno de sus pilares fundamentales y esta vez no fue la excepción. Pero la calidad de los platillos bajó notoriamente.
Esperaba que esta fuese una buena reseña sobre un buen lugar, pero el azar quiso que hoy la cocina de la finca tuviera otros planes.
Balance Financiero: 2 cervezas nacionales y la Parrillada Cid mix, para dos, C$ 540.00
Algo similar me ocurrió con Restaurante La Finca, frente al costado noreste de la rotonda del periodista. Mis visitas anteriores a este lugar se han caracterizado por el buen servicio y la calidad de los platillos, si a esto le sumamos que el local es muy fresco, está muy bien decorado, y que encaja perfectamente con el concepto del restaurante, además de la asequibilidad de sus precios, diríamos que restaurante la finca lo tiene todo para complacer a los más exigentes. Pero esta vez no fue así, acostumbrados a la calidad de siempre pedimos la Parrillada Cid Mix, un platillo diseñado para compartir pues consta de una generosa porción de gallo pinto, maduro, papa asada, carne de res, costillas de cerdo a la barbacoa, pollo y dos chorizos, un platillo cuya descripción llena los requerimientos para un buen almuerzo.
A pesar de que el gallo pinto estaba muy rico, la papa asada era sublime y el maduro estaba bien, las carnes reprobaron. Las costillas de cerdo estaban recocidas, al parecer recalentadas, escazas de carne y duras, la carne de res por el contrario estaba un poco cruda, insípida y pellejosa, el pollo estaba bien, pero no lo suficiente para hacerse memorable. Da la impresión de que al recalentar el cerdo, le dieron poco tiempo a la carne de res, por ende lo que esperaba fuese un suculento almuerzo se convirtió en una triste decepción.
El servicio como siempre fue de primera, la atención al cliente ha sido uno de sus pilares fundamentales y esta vez no fue la excepción. Pero la calidad de los platillos bajó notoriamente.
Esperaba que esta fuese una buena reseña sobre un buen lugar, pero el azar quiso que hoy la cocina de la finca tuviera otros planes.
Balance Financiero: 2 cervezas nacionales y la Parrillada Cid mix, para dos, C$ 540.00